Mindfulness significa “atención plena”. En los años 70 el Dr. Jon Kabat-Zinn, en Massachusetts, comenzó a aplicar en su clínica la práctica de la meditación budista a pacientes con dolor crónico. Y confeccionó el Programa para la Reducción del Estrés basado en Mindfulness (MBSR). Este programa ha sido validado por numerosas investigaciones y estudios desde entonces, que han demostrado sus numerosos beneficios en su aplicación para trastornos psicológicos y distintos ámbitos sociales, laborales y educativos.
Los recientes descubrimientos sobre la plasticidad de nuestro cerebro han demostrado que, después de ocho semanas de práctica regular de meditación, la corteza prefrontal cambia de una manera positiva. Por ello, La guía británica NICE recomienda el mindfulness como una intervención de eficacia probada en patologías físicas y mentales.
Las técnicas de Mindfulness son fáciles de aprender y practicar y en muy eficaz y valiosa en el ámbito de la educación, y también en el de la educación maternal, que ahora nos ocupa. Sus efectos se mantienen durante años después de asistir al programa o curso de Mindfulness, pues los asistentes desarrollan habilidades y capacidades que incorporan en su vida diaria.
En el campo de la maternidad, los estudios han comprobado que, desde los estadios más precoces del desarrollo fetal en el útero, el estrés puede tener efectos negativos importantes en la salud de la mujer embarazada y su hijo[i]. Se ha relacionado el estrés materno con trastornos del desarrollo fetal y con los nacimientos prematuros, con el aumento de la morbilidad materna y perinatal, la depresión en el embarazo y postparto, con los conflictos de pareja y con la calidad del apego madre -hijo[ii].
De la misma forma, se han relacionado numerosos trastornos de desadaptación y con la prevalencia de conductas de maltrato de pareja con el estrés de los padres. Pues, en muchas ocasiones los malos tratos físicos o las conductas de abuso se inician o se intensifican durante el embarazo, momento de mayor vulnerabilidad. Y se ha visto la conexión con alteraciones adversas a largo plazo en la salud de los hijos, además de morbilidad y mortalidad.
En cambio, la incorporación de Mindfulness en la educación maternal en el periodo perinatal contribuye a un embarazo, parto y crianza más saludable[iii].
Objetivos del curso.
-Conocer el concepto y beneficios del Mindfulness.
-Conocer las técnicas de Mindfulness aplicadas a la salud de la mujer embarazada, parto y lactancia.
-Aprender a integrar la práctica de Mindfulness en la ansiedad y el estrés.
-Aprender a utilizar Mindfulness en la relación familiar y social.
Metodología
Se desarrollarán contenidos teóricos, prácticos y vivenciales utilizando una metodología participativa y dinámicas de grupo.
Beneficios de Mindfulness en la educación maternal.
-Te ayuda a estar concentrada (importantísimo durante la dilatación)
-Nuestro cerebro se modifica por las experiencias diarias, cuando meditamos hacemos que nuestro cerebro sea más flexible en las áreas relacionadas con la memoria y la regulación emocional, además nos predispone a ser más positivos
-Meditar fortalece tu sistema inmune, reduce el estrés, lo cual repercute positivamente en el embarazo, el parto, la lactancia y en general cualquier proceso biológico
-Incrementa tu estabilidad emocional y tu capacidad de tomar las riendas de tus pensamientos (esto lo pienso, esto no lo pienso) incrementas la Melatonina que ayuda a la Oxitocina, la hormona del Amor por excelencia que ayuda en todo el proceso de parto.
-El bebé se relaja, tú te relajas, todos se relajan al observarte.
-Ayuda a la madre gestante a afrontar con serenidad y tranquilad los acontecimientos de la vida y los cambios propios de la gestación.
Al dirigir la atención de una manera consciente al cuerpo, la madre aprenderá a conectar con él, a escucharlo y a confiar en sus sensaciones, experimentándolas con curiosidad más que con miedo.
Cuando mente-cuerpo y espíritu están alineados tenemos mayor sensación de seguridad y dominio de la experiencia. Sabemos desde una certeza interior que lo que viene es lo mejor para nosotras.
Elimina muchos miedos anticipatorios poco racionales propios de esta etapa. El embarazo abre un mundo nuevo y desconocido. El poder vivirlo con tranquilidad, centrados en el aquí y ahora será un gran punto para hacer de esta experiencia algo positivo.
Mindfulness puede ser un tratamiento complementario de elección para mujeres que padecen ansiedad, trastornos del estado del ánimo o depresión, y para las que debido a su embarazo la prescripción farmacológica está contraindicada.
La práctica del Mindfulness nos prepara para recibir los acontecimientos tal y como son, con amor y curiosidad, sin desear que sean diferentes. Implica vivir desde práctica constante de aceptación.
Durante el parto: Sabemos la conexión existente entre la tensión (psicológica: que se expresa en tensión en nuestro cuerpo) y la percepción de dolor. Cuanto más contraemos nuestro cuerpo más dolor podemos sentir. Sin duda mantener la calma en el parto (para eso se necesita una práctica meditativa previa) ayuda a vivir una experiencia más positiva y con más control sobre la situación. La vivencia del parto nos marcará al bebé y a nosotras de por vida. Y esperamos que sea para bien.
Mindfulness nos enseña paciencia. La práctica de la paciencia en nuestra vida cotidiana hace que vivamos más tranquilas. Sin duda vas a necesitar mucha…
CONTENIDOS DEL CURSO. –
Definición y concepto de Mindfulness. Áreas de aplicación a nivel personal y profesional.
Manejo del estrés. Concepto de sufrimiento primario y secundario en salud.
Mindfulness en la respiración. Técnicas consciente y de regulación del sistema nervioso autónomo.
Escaneado corporal, atención plena a la postura. Movimientos conscientes en cada uno de los trimestres de embarazo y en el postparto.
Mindfulness y estados mentales. Atención plena a los pensamientos.
Mindfulness e inteligencia emocional: Regulación y gestión de los estados emocionales
Introducción a la práctica de la autocompasión. Prevención y tratamiento de la Fatiga de la Compasión y el burnout en el personal sanitario. Técnicas de autocompasión para la mujer gestante.
Mindfulness en la vida cotidiana. Aplicación de los ejercicios básicos en la realización de actividades automáticas. Estrategias para mantener una práctica continuada a nivel personal y profesional.
Cómo incorporar un programa de mindfulness a la educación maternal.
QUÉ TRAER
Ropa cómoda que permita hacer movimientos suaves y técnicas de relajación.
Una esterilla o una manta (para tumbarse en el suelo) y un cojín (para apoyar la cabeza).
Testimonios de anteriores participantes.
“Esta práctica la utilizo mucho cuando el bebé llora. Al principio, cuando María acababa de nacer, cada vez que se ponía a llorar yo me ponía muy ansiosa y muy alterada. Y podía ver que cuanto más ansiosa me ponía, más se alteraba María. En cambio, cuando podía recordar volver a la respiración, era mucho mejor. Podía tranquilizarme yo y entonces se tranquilizaba ella. Ahora veo que lo mejor que puedo hacer cundo ella llora es simplemente estar ahí y cuidar de mi misma utilizando la respiración mientras me ocupo de ella. Nos mantiene a las dos más tranquilas. ¡No es fácil, pero estoy segura de que sería muchísimo más duro sin la práctica de Mindfulness!.” (Marisa. G.P)
“He descubierto que el momento de la lactancia es un momento perfecto para practicar mindfulness. En lugar de estresarme por todas aquellas cosas que debería estar haciendo, como lavar los platos o hacer la colada, utilizo ese tiempo para estar con mi bebé. Observo lo bonita que es, miro atentamente el color de su piel y sus pestañas tan largas, la forma en el que se le reza el pelo… A veces me sobrecoge sentir cuánto la quiero. Esto es mucho más agradable que preocuparme por le fregadero lleno de platos. Y cuando se ha dormido y puedo dejarla, voy a la cocina y lavo los platos. ¡conscientemente, claro!.”
“Mi marido y yo nos hemos dado cuenta de que utilizamos mucho esta práctica para apoyarnos el uno al otro. Cuando nos sentimos sobrepasados nos recordamos el uno al otro ser compasivos con nosotros mismos por no ser perfectos. Normalmente suele ocurrir cuando uno de nosotros está físicamente exhausto… entonces intentamos hacer algo y ver cómo podemos ayudar al otro a que se ocupe de sus propias necesidades. “
DURACIÓN
9 semanas.
18 horas (seminario teórico-práctico).
Una sesión semanal de dos horas.
PRECIO
200 € la madre sola.
250 € la pareja.
[i] Lupien, Maheu, Tu, Fiocco & Scharamek, 2007
[ii] Ruiz&Avant, 2005.
[iii] Beddoe & Lee, 2008
Contacto: Mª Paz Zaragoza (Experta en Mindfulness en contexto de la Salud, UCM) https://pazconmindfulness.net/
Teléfono: 669 89 40 12.