La carga del cuidador, como proceso de estrés, puede tener importantes consecuencias sobre la salud física y mental del cuidador y sobre su bienestar. Es necesario considerar las importantes repercusiones negativas que puede tener un cuidador sobrecargado sobre la calidad y la continuidad de la asistencia suministrada a la persona dependiente. Los efectos sobre la salud mental en forma de trastornos psicopatológicos aparecen de forma más frecuente e intensa que las enfermedades físicas. Los más frecuentes son los trastornos depresivos, ansiedad, ira, hostilidad…
En cuanto a los efectos sobre la salud física, los estudios señalan autoevaluaciones negativas de salud, presencia de síntomas psicosomáticos, aparición de problemas cardiovasculares, dolores musculares, cansancio y agotamiento y trastornos inmunológicos, entre otros. Además, hay que destacar que los cuidadores tienen menos probabilidad de atender sus propias necesidades de salud.
Pero además, la situación de cuidado afecta inevitablemente a la estructura familiar, provocando conflictos con otros miembros de la familia, ya sea por la despreocupación de algunos miembros, problemas de convivencia, falta de acuerdo en la toma de decisiones importantes, etc.
No hay que olvidar, que el cuidador cumple otros roles en su vida diaria, por lo que es habitual que sufran repercusiones en el ámbito laboral y/o económico, algunos dejan de trabajar para cuidar y otros padecen incompatibilidad de roles cuando mantienen su actividad laboral. También disminuye su tiempo para el ocio y la realización de actividades placenteras.
Los sentimientos que se experimentan cuando se está cuidando a un familiar son múltiples y diversos. En todos los cuidadores aparecen emociones y sentimientos tanto positivos como negativos hacia la persona que cuida y hacia sí mismo, que a veces entran en conflicto. Los sentimientos negativos más frecuentes son tristeza, culpa, enfado, miedo, ansiedad, etc.
En estos casos, cuando la persona no es capaz de hacer frente por sí sola a esa carga psicológica, el apoyo psicológico es fundamental. La psicoterapia con cuidadores se centra en procurar un alivio al sufrimiento psíquico del familiar, para ello se trabaja en la aceptación de la nueva situación, y se le acompaña reestructuración de su identidad personal, propiciando el autocuidado. Una importante función de la psicoterapia con cuidadores, es la descarga emocional. Por ello, una herramienta eficaz en la intervenciónes la terapia a través del arte. La Arteterapia brinda la oportunidad de construir un espacio seguro de escucha mutua, que facilite la expresión emocional, una vía de sensibilización en el cuidado del cuidador, y desarrollar recursos de afrontamiento propios. Cuando las palabras no alcanzan, podemos recurrir a otros tipos de expresión, en las que el único diálogo que emerge es el de la persona con su propia obra. La obra nos confronta con nuestros ser más auténtico, y hace visible aspectos que no queríamos o no podíamos ver. De esta manera se pueden trabajar conflictos internos, a los que a veces es difícil llegar por otra vía.
Cristina Hernández Riesgo. Psicóloga y Arteterapeuta.