Decía Isadora Duncan, bailarina y coreógrafa “Danzar es sentir, sentir es sufrir, sufrir es amar; Usted ama, sufre y siente. ¡Usted danza! ”.
La danza es una de las disciplinas artísticas que surge desde los inicios del ser humano, presente en rituales y ceremonias. El baile ha estado presente en todas las culturas y en todos los tiempos, como manifestación cultural, como medio de expresión.
La Danza Oriental es una de las danzas más antiguas del mundo, que combina elementos de diferentes países del Medio Oriente y Norte de África. Es una herramienta muy poderosa de introspección y expresión creativa. Nos permite conectar con nuestro cuerpo y equilibrarlo con la mente, nuestras emociones y nuestra propia esencia. La danza integra las emociones, los sentidos, el movimiento… El placer que proporciona la danza oriental, se combina con múltiples beneficios para la salud de quien la practica.
1. Bailar produce placer, porque se liberan endorfinas y otros neurotransmisores relacionados con el afecto.
2. Se estimulan áreas cerebrales que regulan la memoria, la coordinación del cuerpo y el estado de ánimo.
3. Nos conecta con nuestro cuerpo, nos ayuda a conocerlo y aceptarlo tal como es, aumenta la sensualidad
favoreciendo una mejor imagen de nosotras mismas, mejora la autoestima.
4. Los movimientos de la danza del vientre trabajan la toda la musculatura y flexibilidad corporal, en especial la zona pélvica, lumbar y abdominal. Puede favorecer la digestión, reducir dolores menstruales y combatir el estreñimiento, así como ayudar en el tratamiento de algunas disfunciones sexuales relacionadas con el suelo pélvico: dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), vaginismo (imposibilidad de penetración) y anorgasmia (ausencia de orgasmo). También contribuye a evitar los síntomas de la menopausia.
5. El baile es un ejercicio aeróbico que ayuda al fortalecimiento cardiovascular y de músculo esquelético, y como todo ejercicio aérobico, ayuda a perder peso.
6. Mejora la postura corporal y fortalece los músculos que sujetan la columna. Al tomar conciencia, resulta más fácil corregir la postura corporal en el día a día, no sólo durante la práctica del baile.
¡Os animamos a descubrirlos y sentirlos en primera persona!